NO ES DÍA DE PRESENTACIONES
He sabido de tu rendición
pero aún
no he pasado a creerlo.
Retira el brazo que asfixia tu cuello,
que derrite la intención,
que humilla los egos.
No entretengas la palabra
maldiciendo.
No robes sus promesas
con el arma blanca de los miedos,
ese, que un día adquiriste de saldo
en el mercadillo de una vida arrinconada,
de una vida traicionada.
Tú, que suplías las tinieblas
con el sol de la esperanza,
- como quién canjea un ticket descuento
de los grandes almacenes-
que renunciabas a excesos de oropel
por genuinas escaseces,
que sabías desmemoriar a la memoria
cuando esta te incordiaba.
Tú, y tu osada vehemencia,
ávida de atenciones asentidas,
no merecen el desprecio del olvido
ni este hoy que ayer cargaste.
Desconozco esa persona que ahora viste
tu traje.
No habla como tú.
No piensa como tú.
No camina como tú.
¿Dónde ocultaste la incandescencia de tu voz?
¿Dónde yace el mundo que pensaste?
¿Dónde descalzaste tus huellas sangrantes?
Definitivamente creo que hoy
no es día de presentaciones.
©Concha González.
©Imagen propia.
Creemos conocer, saber algo acerca de los otros, y nunca sabemos nada. Las mutaciones son las otras caras, el rendido enarbolando su pañuelo blanco, también es el luchador inagotable. Cada vez sabemos menos de lo otro, de los otros...
ResponderEliminarY de nosotros mismos, utópicos y -al tiempo- cobardes.
Un abrazo especial para mi rapsoda preferida.
Supongo que es el resultado del paso del tiempo y sus andanzas en la gente, en nosotros mismos...Un arma letal de difícil comprensión.
ResponderEliminarGracias por el abrazo Amando y por tu lectura. Recitar poemas de cierta gente es un lujo de difícil adquisición. Un gran abrazo.
He tenido que buscar quien es ese tal Luke... el cine ficción no es lo mio. Me alegro que te haya gustado compañero. Creo que la predicción meteorológica amenaza de nuevo calores extremos...
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