sábado, 13 de julio de 2013
ASFIXIA
Hoy apenas si respiro.
El aire se agota tras mis dedos
se agota
entre
mis
dedos.
No suena la trompeta
-clara y diáfana-
pecio en el que suelen sostenerse
mis palabras náufragas.
Mi muerte
en estas manos recala.
Posa su macilento rostro
su voz quebrada
su hálito putrefacto
su vidriosa mirada
y, su no ser, su no existir
entre las palmas horadadas
y allí retiene
su nada.
Hoy
en mis folios inmaculados
las letras juegan al escondite
pero me temo que a las mías
nadie parece salvarlas.
©Concha González.
Imagen de la red
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Ese calor aplasta, más aún que el otro. Y ya es decir.
ResponderEliminarSalud-os
Pues sí, ya es decir, sobre todo teniendo en cuenta el veranito que llevamos. Pero esta asfixia no se va ni con ventilador. Un saludo cordial.
ResponderEliminarGracias querido Fernando por tus ánimos... a lo mejor que acabó la piña de los huevos, como la de las gallinas.
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