viernes, 9 de diciembre de 2016


                       

                       HORAS


Hay horas
de hielo y escarcha
que se apostan contra el muro
que no cuenta,
que no supo contener
el recuerdo entre sus piedras...

(fragmento)

 ©Concha González.

jueves, 1 de diciembre de 2016

tu imagen






TU IMAGEN

Ese caminar pesado
que retumba entre las piedras.
El desconocimiento exacto
de un ayer que apenas ya si muestras.
Tu imagen cercenada
por un rumor de ausencias,
y, tu imagen, de nuevo,
entregándose a la certeza
del polvo de la tierra,
olvidando el celaje disconforme
de forma,
la rosa, tan distante, en su inconsciente transparencia
de cristales…

Así nos mantendremos unidas, 
así entre imágenes,
como en aquellas mañanas 
de aromas compartidos,
y esas otras, sencillas, discretas, tan fugaces…
descubro,  
mientras traiciono al invierno
supliendo  a la nieve por el frío.

Y, tu imagen
de nuevo,

y ese rumor de ausencias.

©Concha González.

sábado, 5 de noviembre de 2016




EL HOMBRE ANCIANO

El hombre anciano era amable,
tan amable como le enseñaron
desde mucho antes de la guerra,
cuando todo eran hechos inevitables,
                                                      como ahora.

Amable, le decían, sé amable.
Da los días o las tardes al pasar por una puerta
que, aún trancada con pestillo, pronostique
tertulia entre hombres y tabaco,
no vaya a ser que te oigan y desechen tu nombre
para siempre como un hecho inevitable.
                                           
Amable, no como adjetivo, amable
como  impenitente modo de nombrar 
al miedo amablemente, mientras aprendes 
a llamar los días por el nombre de algún santo
como un hecho inevitable.
                                             
Y, aunque te pellizquen los brazos las mentiras,
aunque te escuezan en la lengua las verdades,
y la tierra prometida se te encoja... sé amable,
tan amable como te enseñaron
desde mucho antes de la guerra,
cuando todo eran hechos inevitables.
Como ahora.

(R)Concha González
Imagen propia


sábado, 24 de septiembre de 2016




AQUELLA TARDE

Te convertí en error, aquella tarde,
después de aproximar silencios
a mi voz

y, no decir costumbre,
y ni pensarla
tan siquiera.

No decir...
a modo de himno salvador
de temblor y viento
no decir...

Tiempo inexpresado que pudiera semejar
un  anacrónico círculo
donde el regreso luciera
un grueso rango de huida,
y, el estar
sería como una vulnerable luz
a punto de extinguirse,

y, aquella tarde siempre,

escueta y silenciosa,
aquella tarde siempre

siempre

decreciendo.


©Concha González.


domingo, 28 de agosto de 2016

TARDES DE ACACIAS Y RECUERDOS




TARDE DE ACACIAS Y RECUERDOS

Nombrarte
no conforma tu ausencia 
en tangible.
Así cercena la voz al tacto,
así deshace la palabra al tacto.
así, esquivo y trémulo, el tacto.

No estás por mucho que te enrede
entre esta noria de simplezas, no, 
aunque cierre los ajos y me ausente
entre guiños compasivos.

En la penumbra, a veces, 
precavida colisiono
los anhelos con certeza,
y respiras, de algún modo impermanente
para ese único instante.

Pero no estás, y ya no me queda tiempo
para marcar distancias entre
la lucidez y el sueño.

No me queda voz, ni tacto,
ni una invisible tarde 
a la que adherir
de acacias y recuerdos.

©Concha González.


domingo, 3 de julio de 2016




DESHAZ

Deshaz la voz. Deshaz el grito ahogado
que deviene en noche.
El miedo que te convirtió en ausencia lucirá silencios,
así,  como el día y su mordaza errática de prisa y forma.
De este modo,  el crepúsculo  y su memoria siempre

te hallarán.

(c)Concha González

sábado, 25 de junio de 2016




Lo que no ha de perdurar.


Jamás,
como en una hoguera
de ojos encendidos,
descuidarás el encierro
de lo que no ha de perdurar.

Siempre alerta
asomarás, tan solo,
el reborde del
orgullo,
(autoestima dicen aquellos
que dominan el lenguaje
del silencio)
como propósito de luz,
enfrentando los caminos
que ya rinden pleitesía
a la contienda.

Jamás,
como en un ímprobo
desmedir de lugares
y secuencias,
dormirás el sueño prieto
del lactante,
                     ya no...,
ansiado anhelo
del que pretende renunciar
a finales concluidos
entre esta ara de cifras detalladas
que nos vicia.

Ya no,
Ya no descuidarás
el encierro
de lo que no ha
de perdurar.

©Concha González.

sábado, 11 de junio de 2016




El final de todas las cosas.


Cuando el agua
tan solo sea
agua
y apenas calme ya tu sed,

cuando se haga advenediza
y se deslice, inconsecuente, hacia otra tierra
herida,
herida, quizás, por la  irreversible canícula
de algún otro verano reinventado,
no sé, puestos a decrecer en tiempo...,

cuando te empape,
                          el agua,
y te recorra
semejando un sudor frío
que corte como filo de catana
y, sin embargo, a ti
no te alcance ni siquiera
a estremecer

cuando todo eso ocurra,
cuando todo eso enfangue y desestabilice
tu tierra...

no digas que no te lo advertí.

El agua a veces es
el final
de todas las cosas.

(C) Concha González.


viernes, 20 de mayo de 2016

¿Acaso has comprendido algo?


¿Acaso has comprendido algo?


Sería como si se tratase
de disculpar al mundo
de ser mundo

redundancia que exhala traición
un toque de cinismo
y algo de olvido melancólico

como si se tratase de juzgar al silencio
por carecer de miedo
mientras recorre algún cuerpo desarmado.

Sería una historia como cualquier otra
si no fuera porque ha sido la mía
la que se trabó entre tus dientes de leopardo

sería
una historia como cualquier otra
si hubiera sido
otra historia cualquiera.

¿Acaso has comprendido algo
o aún continua aterrándote la razón?

©Concha González.





domingo, 24 de abril de 2016




Allí, donde estuve yo.

Desde ese llanto de todas las palabras,
donde el enigma
se sostiene
en la voz
que se destapa en lágrimas,
allí, en ese momento,
cuando eres vida y muerte
a un mismo tiempo,
cuando luces calma y desconcierto
a un mismo tiempo,
allí,
allí donde ya no  surte efecto
la memoria
ni el latido
ni el olvido
ni las explicaciones...
allí
estuve
yo
buscándote.

©Concha González.

jueves, 7 de abril de 2016

Aprendiendo del poder de la palabra


Aprendiendo del poder de la palabra.


Digo sueño
y me vuela una esperanza
hacia el tramo corto de la vida.

¿Sabías tú del poder de la palabra?



de cómo se enreda
con el alma
en un germen invisible y silente

así semejan las glicinias
su unión indivisible y silente
así sensible y silente.

¿Sabías de su poder?

de cómo secuestra tu voz la palabra
y se sume 
y se consume 
y se vierte
(invisible, indivisible, sensible y silente)
en el alma

así la palabra 
cuando dice
sueño
y me vuela una esperanza.

(R) Concha González.

sábado, 19 de marzo de 2016

EN LA SENCILLEZ DE LO DISCRETO




EN LA SENCILLEZ DE LO DISCRETO

En la sencillez de lo discreto:
discreto el encuentro,
discreto el cariz
que adquiere la palabra,
discreto el recuerdo
que me demora,
que me retiene,
apenas un instante, para rescatar
el vínculo...
En la sencillez de lo discreto
ya no hay temblor de manos,
ni ese excesivo dulzor
en las papilas,
ni un paso más
por aquel angosto  sendero
donde perdernos fue
la peor manera de encontrarnos.

(c) Concha González.

viernes, 4 de marzo de 2016



VOZ NOVENA

A menudo
busco bases de ceniza
o copas imposibles
o alguna otra forma imprecisa
de interrumpir al viento,
de cambiar las cosas  de lugar,
de posición o de latido,         
desenderezar lo enderezado,
activar lo pausado,
 y despertar las tardes de ausencias
como única  forma imprecisa
de rasgar la nada,
dejando al todo
en una escueta,
rígida y absurda carencia 
de intenciones.

 ©Concha González.



martes, 23 de febrero de 2016



CREACIÓN

Al principio
la nada era el todo.

Aún virgen de futuro
el tacto discrepaba del lugar
donde habría de adherirse
su memoria.

Al principio
la nada
- perdurable
en su silencio -
descastaba de certezas
el baile de la vida.

No había huella que seguir.
Nada era posible sin el trayecto de las horas

al principio.


De repente
el tacto
el baile de la vida
el trayecto de las horas...

De repente, el todo.
De repente, la nostalgia.

©Concha González.

viernes, 12 de febrero de 2016

LA ORILLA



LA ORILLA

Así no.
Así la vida se me pierde
entre espejos y nostalgias,
y pienso:
el espacio es un arma poderosa
que distrae a la memoria
y lloro
y los ojos se anegan
de cristales rotos,
se anegan,
laceran la costumbre
impidiendo la resurrección de lágrimas
de sal y agua.

Ellos sí saben de fragilidades,
pero no de ríos
ni de cauces
ni de orillas,
donde, al final
poder quedarse.

(R)Concha González.

martes, 9 de febrero de 2016

Alma



ALMA

Alma huida
que has de ocultar tu huella
con arena de desierto.

Nadie te seguirá.
Nadie lo hará
porque eres cauta
en tu codicia
y jamás desprendes migas
a tu paso

como aquel tiempo olvida
que te hubo de escuchar
entre voces y silencios

yo
hoy recuerdo
hoy escucho

alma huida,
alma.

(R)Concha González.

jueves, 28 de enero de 2016



SOMNIUM

Deslizar 
el sueño útil de la noche
en el destino intransigente
que te luce
cada  mañana

distraerlo
de tu lluvia y tu sequío
antes 
de que alguna desgarrada 
voz
lo alcance lo inunde
de tristeza.

©Concha González.
Imagen propia.

sábado, 9 de enero de 2016

El ángel.



El ángel.

Desaparecer un trozo de mi cuerpo
hasta despegarse la letra y la palabra.

Alejarse
hasta que la vuelta de la esquina
te nombre
repetidamente
como un ahogado eco
que aún respira
insuficientemente
y regrese a ti de nuevo

toda voz
todo silencio

y solo tú escojas
que ausencia retratar
entre los labios.

¿Acaso un ángel habrá
de aparecerte
de acercarte
a esta lluvia de llantos
de otro modo diferente?

©Concha González.