lunes, 26 de mayo de 2014






UN DÍA DE ESTOS


Un día de estos
saldré a las calles
para contar mentiras
y pisar los charcos
de la honestidad

porque ya cerré
la puerta cándida
que blindaba la inocencia
de viles intenciones

tan evidentes hoy en día
en su magnitud, en su poder…

Adquiriré
--como si de un coche se tratase—
la humillante costumbre de la excusa
como parte del botín de la batalla
y, mi grito de guerra sucumbirá
al estado de la voz manipulada.

Porque aún no sé
lo que pretende
esa otra raza pseudo humana
que habla sin decir
y hace mientras calla.

Un día de estos
saldré a las calles
para contar mentiras
y respirar el humo
que de los ajenos pasos
emana

porque  perder
es palabra impronunciable
que no quiero pronunciar
que no debo pronunciar
que no pronuncio.

Palabra, que barrunto, sueña con mi nombre
etiquetado a la esperanza, a la vida
a los sueños, a las horas descontadas.

Saldré a la calle.
Supongo
que lo haré
un día de estos…

 ©Concha González.


domingo, 18 de mayo de 2014

POESÍA


“Los poemas son como los paisajes. Están ahí y no tiene sentido preguntarse por su propietario…”

Francisco García Marquina.


POESÍA


Voz silente, inasible, impalpable,
que une palabras…

palabras de ensueños, de delirio,
de miedo,
palabras de deseo

de todas las formas que estime adquirir
su espíritu eterno.

Hierro candente
que marca  los  pechos desnudos
con su ingravidez
y allí donde escuece
su peso es aún más liviano,
y  la sangre de su cicatriz
pura y libre,
libre y cálida...
                     libre.


De repente
existes.
Desconozco si vas
o vuelves,
si siempre has estado, si renaces
o simplemente
si reapareces.

De repente eres.

De repente estás.
Anuncias tu llegada
a golpe de preguntas
y, a golpe de respuestas
te muestras.

A veces se te piensa
_como costumbre transitoria_
evaporando  tus rugidos
tras los labios silenciosos
que te nombran.

Te rememoras.
Y te huyen los fantasmas
que surten de batallas
tu intangible tacto.
Huyen. Te escapan
hacia ese olvido polisémico
que frecuentemente adoptan
tus retales de miradas.

Solo tú explicas
porque solamente tú
conoces.
Solo tú auguras, evocas,
ensalzas, castigas
o ruegas.
Solo tú.

Solo tú luces
el reflejo fiel
de los ojos ebrios,
de la boca en verso,
de los negros duelos.
Porque sudas tinta
indeleble,
porque tiñes de esperanza
las mentiras verdaderas.
Porque tus noches escudriñan
_desde la quietud del viento_
quién realmente fue, es
y será,
la guía que te guía
tierra adentro.

Porque tu voz inasible, silente,
impalpable

que une palabras,
palabras de ensueños,
de todas las formas
que estime adquirir
tu espíritu eterno…

es
la voz

la única voz
que replican los ecos.

©Concha González.



sábado, 10 de mayo de 2014




(... mientras tanto)

Ya no sonríes.
Si acaso,
tu boca esboza
una mueca errática, despistada...
al mirar al frente de la marcha.
El tren vespertino
lanzaba a los aires,
mil veces su ritual llamada
y tú, mil veces
la ignorabas.
Así es el tiempo...
jamás da su brazo a torcer.
Y tú, mientras tanto,
ya no sonríes.

©Concha González.
Imagen cedida por Daly garcía.