sábado, 9 de marzo de 2013
LA INDIFERENCIA
He caído atrapada
en la telaraña de la indiferencia.
Ya no suspiro ni anhelo
no sospecho
no reniego
no castigo ni aconsejo
no oigo, ni veo, ni entiendo.
Qué manera más cobarde
de comenzar cada mañana
nadar con la corriente
abrazar al toro de los cuernos extirpados
volar hacia la jaula abierta
de los pensamientos programados
asumir el futuro
previo contrato
caminar firmemente asido
a la barandilla
de las mil y una manos
rodear los muros
asumiendo con resignación
su protector desamparo.
He caído
y nadie me ha rescatado.
Han atrapado mis brazos, mis ojos, mis manos
se han adherido
a su pegajoso tacto
pero
mis labios, mi voz
mis sueños, mi valor
mi entereza, mi honor
mi osadía, mi auténtico yo
han quedado
milagrosamente
liberados.
©Concha González.
Imagen tomada de la red.
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Qué decir Fernando ante tus palabras sin duda elogiadoras... sí es así como me ves, yo no pienso discutir, pues me gusta tu visión. Así pues, me quedo con ella. Un abrazo.
ResponderEliminarDesde luego, no hay quien atrape a los incombustibles como vosotros. A este paso, las telarañas de la indiferencia vamos a morir de inanición.
ResponderEliminarNo os descuidéis, estamos al acecho.
Un abrazo de telaraña.
Pues bienvenido el abrazo de telaraña Amando, pero dudo mucho que tu poseas ese lugar de la indiferencia. No sé, es una percepción mía. Un abrazo.
ResponderEliminarMi estimado cinéfilo: seguro que esa telaraña de "El ladrón de Bagdad", es mucho más genuina que esta mía. Un saludo.
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