REAPRENDIENDO
el silencio el dolor
la huida el dolor
la ausencia el dolor
el dolor
el abandono el dolor
la traición el dolor
la muerte el dolor
el dolor
la desesperación el dolor
la lucha el dolor
la decepción el dolor
el dolor
por más que lo nombre
por más que lo escriba
por más que lo enfrente
aún me enroca
aún me azota
aún me gana
la batalla.
©Concha González.
Me gustaría enviarte un analgésico, pero hace tiempo vacié el botiquín...
ResponderEliminarAbrazos, siempre
Un abrazo Amando.
EliminarMe gustaría enviarte un analgésico, pero hace tiempo vacié el botiquín...
ResponderEliminarAbrazos, siempre
Es temporal. La mayoría de las veces nos recuperamos. El dolor, normalmente, es difícil de recordar cuando desaparece. Se padece y se suele olvidar. Creo que es una suerte, claro que en el dolor también hay grados de intensidad muy diferentes. Perdemos la batalla pero nos rehacemos con la mirada puesta en ganar la guerra. Los de dos patas somos así de chulines.
ResponderEliminarDiscrepo Fernando. Opino que sí, que nos recuperamos, pero... Pero siempre con ese pero antes de nada. Lo sé, secuelas de la vida. Nadie está exento de ellas. Va en el set.
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