viernes, 8 de noviembre de 2013
EL RECIBIMIENTO
EL RECIBIMIENTO
A veces es bueno madrugar.
Ser el primer cliente de la oficina bancaria
para comprobar sin dilaciones perezosas,
como los pagos obligados espolian
a los buenos ciudadanos.
Coger el coche temprano
para dar esquinazo o no estamparse
contra algún radar recaudador,
insomne y deshumanizado.
A veces es bueno madrugar,
sentir la helada mañanera
afeitándote el aliento,
desperezando de un solo golpe
la equivocación de existir
por algún que otro sueño.
Es bueno madrugar.
Darte cuenta de todo
aún sin enterarte de nada,
para no contrariar
las expectativas reestrenadas
en cada recién despertar.
A veces es bueno madrugar.
Así cuando la vida decida regresar
de su viaje sin retorno aproximado
tú...
serás el primero en avistarla.
©Concha González.
©Imagen propia.
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No sé, no sé... Por mucho que madrugo, mi vida no tiene billete de vuelta. Y, además, no estoy seguro de que la reconociera.
ResponderEliminarAbrazos, siempre
Las vidas no suelen tener billete de vuelta (por lo menos yo no he visto a nadie nacer dos veces), pero digo yo que quizás puedan cambiar un poco si se pone empeño. Gracias Amando por tu paciente lectura. Un abrazo.
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