lunes, 25 de noviembre de 2013
(..nada de ti)
De ti
la muerte cotidiana
el sueño inacabado.
De ti
la tortura
el tormento
la desilusión.
Ya no hay esperanza ni horizonte.
No se encuentra la mirada cómplice.
No solo aterezen los fríos.
No solo el viento zarandea
... no solo tiembla
la ausencia.
Quizás la equivocación
tenga nombre de promesa
y el silencio certifique sus silencios
con la sangre de esta guerra.
No cabe el perdón
en esta estancia
no caben futuros
no caben mañanas.
Si hubo un tiempo
en el que existir
fue de otros
nunca nuestro
porque de ti
ya ni el recuerdo.
De ti
ni el arrepentimiento.
©Concha González
Imagen de la red.
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Pues no, no caben mañanas, ni recuerdos, ni cicatrices en la memoria.
ResponderEliminarAbrazos, siempre
Pues sí, estimado amigo, así es o debiera ser. Un abrazo.
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