Anónimo mío...
... ¿quién me confinó
a estas horas
donde la calma aprieta los hálitos
detenidos
donde el silencio fractura
la algarabía de "la vida"
donde "la vida"
asume un silencio
en este promontorio de miedos...?
Yo, aún desconozco la respuesta,
pero me temo
súbdita de un destino
que jamás lidió
ni lidiará
con el tiempo.
©Concha González.
Súbdita y confinada... Parece que vas alcanzando los más altos niveles del conocimiento humano.
ResponderEliminarAbrazos, siempre
Tú crees? Pues vaya gaita... mejor se queda uno en la ignorancia más cálida, no sé...
EliminarUn abrazo muy grande Amando.
La ignorancia me parece más gélida que cálida. No obstante, todo se andará.
ResponderEliminarbueno bueno... recuerda que un día de estos discutamos el asunto...
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