jueves, 11 de abril de 2013
LAS VISITAS
Son tiempos
de visitas inesperadas
entran como atacando
pero tan solo miran, observan
tantean, juegan al despiste
y se van
sin decir nada
sin hacer ruidos
sin cerrar las puertas
sin volver la vista
sin torcer la espalda.
Después
todo retorna a esa cotidiana normalidad
impuesta e impostora
y nos mecemos de nuevo con su tedio
nos aferramos a su saber estar
a su misérrima hipocresía
a su funambulismo contradictorio
a su sofismo tranquilizador.
Después
la esperanza esperará
que en alguno de sus regresos a deshoras
no convenza a la monotonía
de partir con ella
y se inicie de ese modo
una carencia de miedos
la hambruna del predecible conocimiento.
©Concha González.
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Es dura la monotonía, aunque en ocasiones hace un buen trabajo aliviando nuestra mente de esfuerzos innecesarios. Aún así, no la quiero. Un abrazo Fer.
ResponderEliminarLa monotonía me ha dicho hace un momento que iba a comprar tabaco, hoy puede ser un gran día.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es la suerte que tenemos, que de vez en cuando se marcha durante un rato. gracias por tu siempre amable lectura Amando. Un abrazo.
ResponderEliminarvisitas inesperadas ;)
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