TANTO POR HACER
Estaría dentro de lo normal.
No temas.
Las horas se desharían en halagos
mientras los minutos
discurrirían sin discernir
si llovía, nevaba o si quizás
algo te preocupaba.
Sería la herencia de un tiempo
que te heredaría siempre
a ciegas,
siempre
sin tomar conciencia
de tu pasado.
Escucha atento su legamosa voz.
Sí, escúchala, la reconocerás.
Eterno, silente, falaz
como tus días muertos.
Como tus días muertos
se sabe libre e infalible
y, a nosotros
nos queda aún tanto por hacer...
©Concha González.