sábado, 23 de febrero de 2013


SOLEDAD

Siempre 
es una sinceridad incierta 
desear 
que la soledad integre
mi grupo de amistades.

No sé
ni donde habita
ni sus intenciones.
No sé
si vendrá sola
o se si hará acompañar
por su amiga la nostalgia.

Tampoco
si pretende acaparar
mis noches blancas
o eludir con su calma
los miedos que le rondan.

En realidad no sé
si ha de ser
mi más fiel amiga
o si por contra
la más traicionera y enigmática
pero
lo que sí sé
es que cuando me acompaña
cada tarde en mi mentira
me siento firmemente acompañada

y ante su presencia humildemente reconozco
que es a ti
a quien todavia extraño
y solo a ella, nada más que a ella
le confieso susurrante
que aún te sigo amando.

©Concha González
Imagen tomada de la red

6 comentarios:

  1. Le sacas cafetito, y charláis, tan ricamente, como dos viejas conocidas. Qué envidia...
    Sigues sabiendo llegar. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Gracias una vez más Amando por tu lectura y tus observaciones. Sí, la soledad en ocasiones es una gran amiga desde luego. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Bueno, la soledad creo que aún no ha llegado. Pero la nostalgia, si. Bienvenida al club.

    ResponderEliminar
  4. El club de los nostálgicos...curioso nombre para un club que se precie de moderno. Un abrazo Fernando.

    ResponderEliminar
  5. Es una amiga celosa y acaparadora: cuanto más te tiene consigo, más te ata a ella y más te dificulta tener otras amistades.

    Profundo poema, me gusta el blog,
    Pedro.

    ResponderEliminar
  6. Desde luego que sí Pedro. Pero...¿qué haríamos sin ella? Gracias por entrar en el blog. Me alegro que te guste. Un saludo.

    ResponderEliminar