sábado, 23 de febrero de 2013


DESPEDIDA DE UN RECUERDO

Luces como recuerdo castigado
bajo sombras luctuosas de un olvido intermitente.

De vez en cuando aparece
con la rebeldía asida de la mano
con la falda levantada de antemano
para no mojarla
con alguno de esos charcos persistentes

                oasis de lluvias tempranas
                   disculpa del desesperado
                        consejo del desacertado.

De vez en cuando aparece
luciendo un agrio sabor que solamente escuece
al pensarte
al vislumbrar lo que ayer sí fuiste
y lo que hoy no eres.

De vez en cuando aparece
para atestiguar
como respirábamos al unísono
el  mismo aire que en aquellos tiempos poseía
el aspecto de un  "para siempre".

De vez en cuando susurra
a mis horas muertas
donde no estás
y donde ya no sientes.

Supongo
que era cuestión del viento
que volarás junto a sus cánticos mensajeros

tan linda como siempre
entelequia entre sus trazos genuinos

levitando entre  pensamientos humanos
amarrando la nostalgia entre tus manos.

Supongo
que te debía estas letras
si  es que en el deber se asienta
el durmiente anhelo de un reencuentro razonable.
Supongo que te las debía
para pagar esa deuda cuestionable
que desalojó nuestras almas
de aquella complicidad incuestionable.

Aún desconozco su misión reparadora
sus motivos y apariencias.
En realidad aún la desconozco
pero...
esa deuda
abonada  queda.

©Concha González.
Imagen tomada de la red


2 comentarios:

  1. Me reafirmo en lo escrito en el anterior poema, cuando aún no había leído este. Tal vez sean estos días de frío que trae lágrimas a nuestros ojos. Días de brasero, se diría hace años, en los que regresan recuerdos, y la nostalgia y la melancolía son una dulce amenaza, un agradable refugio. Somos presente, pero también pasado. También a mí me gusta dejar los temas cerrados, las viejas cuentas saldadas. Tranquiliza.

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  2. Gracias Fernando por expresar de esa manera tan cálida el sentir del ser humano. Pasado, presente, futuro...experiencias, realidad, sueños. La nostalgia siempre parece querer ser, una deuda agazapada en nuestro interior. Un abrazo.

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