viernes, 11 de mayo de 2012


LA SONRISA


Supe de que se trataba
a través de la sonrisa.


De aquella mueca abobada
de tus labios píos,
pasaste a esbozos de línea fina
confabulada en todo y en parte
con tus ojos mudos.


Mientras,
las voces cegadas
por nuestras mentiras desorganizadas
caían en el tiránico olvido,
simulando zainos
misteriosos ecos,
vestigios de murmurios secretos
entre almas entregadas 
a un mismo reto.


Fue el amor
de un tiempo a destiempo
de perezoso lamentos
de lluvias tardías
desoídas en los silencios...
...más ignorados.


Pero fue el amor.
Sin duda, eso fue.
© Concha González.

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