sábado, 24 de septiembre de 2016
AQUELLA TARDE
Te convertí en error, aquella tarde,
después de aproximar silencios
a mi voz
y, no decir costumbre,
y ni pensarla
tan siquiera.
No decir...
a modo de himno salvador
de temblor y viento
no decir...
Tiempo inexpresado que pudiera semejar
un anacrónico círculo
donde el regreso luciera
un grueso rango de huida,
y, el estar
sería como una vulnerable luz
a punto de extinguirse,
y, aquella tarde siempre,
escueta y silenciosa,
aquella tarde siempre
siempre
decreciendo.
©Concha González.
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Grato, muy grato, encontrar tu aquella tarde es esta ya noche y poder disfrutar de cada una de tus palabras.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias por la visita Jaime.
EliminarUn saludo.