CREACIÓN
Al principio
la nada era el todo.
Aún virgen de futuro
el tacto discrepaba del lugar
donde habría de adherirse
su memoria.
Al principio
la nada
- perdurable
en su silencio -
descastaba de certezas
el baile de la vida.
No había huella que seguir.
Nada era posible sin el trayecto de las horas
al principio.
De repente
el tacto
el baile de la vida
el trayecto de las horas...
De repente, el todo.
De repente, la nostalgia.
©Concha González.
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