sábado, 9 de enero de 2016

El ángel.



El ángel.

Desaparecer un trozo de mi cuerpo
hasta despegarse la letra y la palabra.

Alejarse
hasta que la vuelta de la esquina
te nombre
repetidamente
como un ahogado eco
que aún respira
insuficientemente
y regrese a ti de nuevo

toda voz
todo silencio

y solo tú escojas
que ausencia retratar
entre los labios.

¿Acaso un ángel habrá
de aparecerte
de acercarte
a esta lluvia de llantos
de otro modo diferente?

©Concha González.

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