He de reducirme
al baile de los lobos
(un) paso sin más preludio
que el rojo
de la sangre
sin otra expiración
que el rojo
de la sangre
siempre presente
de un modo
u otro
acaricia
mi mano (in) conforme
con su pegajoso tono
imposible de obviar
con la mirada
su pegajoso tono
que siempre permanece
hasta concluir
el grito
hasta
concluir
de un modo
u otro.
©Concha González.
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