sábado, 10 de mayo de 2014




(... mientras tanto)

Ya no sonríes.
Si acaso,
tu boca esboza
una mueca errática, despistada...
al mirar al frente de la marcha.
El tren vespertino
lanzaba a los aires,
mil veces su ritual llamada
y tú, mil veces
la ignorabas.
Así es el tiempo...
jamás da su brazo a torcer.
Y tú, mientras tanto,
ya no sonríes.

©Concha González.
Imagen cedida por Daly garcía.

2 comentarios:

  1. Solo es prudente sonreír cuando vas mirando en sentido contrario a la marcha del tren, creo.
    Abrazos, siempre

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    1. Supongo que así es, ya que es única manera de no ver lo que se te puede avecinar...
      Un abrazo Amando.

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