domingo, 6 de abril de 2014
DE LA TIERRA
DE LA TIERRA
I
Las lluvias anegan
de fríos y de nieblas
las esperanzas,
como premeditación
a futuras contradicciones,
como alevosías desplegando
las palmas húmedas
de sus húmedas manos
sobre los ojos
de la tierra.
II
De la tierra
es espina la mirada
cuando clava su sudor
en los días de los hombres,
y el silencio
es oneroso tributo
que grava los cantos virtuosos
de las almas blancas.
De la tierra es la luz
aquejada de sombras y fantasmas.
De la tierra es el tono ambiguo y mortecino
con el que se refleja en los rostros,
con el que tinta las miradas.
De la tierra
es la vida
es la muerte
es el miedo
que en equilibrio se sostiene
sobre la imprecisa marcha.
De la tierra
son los cristales rotos
que pisan los pies derrotados
de la tierra.
III
De la tierra
es la noche que eleva la voz ausente
y la presente calma
De la tierra son las dudas
que por un instante pausan
los sueños que las amortaja
...en una extraña rareza
en una rareza extraña...
de la tierra.
©Concha González.
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También las patatas, y los topos (son de la tierra). De la tierra y -con la lluvia que lo anega- del barro, materia para modelaw cualquier forma de vida, según parece.
ResponderEliminarAbrazos, siempre
Parece. ¿Pero y el hombre? hasta que punto es o ha de ser de la tierra... porque desde luego que a veces pareciera un extraterrestre.
ResponderEliminarGracias Amando por tu presencia.
Abrazos.