domingo, 14 de abril de 2013
Tarde o temprano
TARDE O TEMPRANO
Portas un equipaje castigante.
Apenas te permite caminar
bajo su peso de anécdotas y ruegos
te obliga a encorvar la espalda
te fuerza a morder el suelo
te impide aclarar los ojos
con esas lágrimas que entrampan
los arrepentimientos
sentir la lluvia mansa
sobre el rostro
aspirar el frágil perfume
con el que se aromatizan los vientos
percibir el calmado bullicio
de los silencios.
Te impide
regresar sobre tus propios pasos
y recorrer nuevamente el sendero.
Ya habrás olvidado
que únicamente el cielo elige
a quien nombrar
que la tierra nada sabe
de fantasmas intangibles
que volar tan solo corresponde
a los pájaros libres.
Lo habrás olvidado.
Tarde o temprano
todo se olvida.
©Concha González.
Imagen de la red
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El equipaje que traen los años es difícil de acarrear. El poeta aconsejó partir ligero de equipaje pero incluso si nos aligeramos del material, siempre nos queda ese otro compuesto de recuerdos, sentimientos, certezas y dudas, amor, remordimiento y culpa, pasión y una pizca de apatía. Es decir, de todo aquello que nos configura como personas reales, de carne y hueso. Yo creo que el secreto está en tener lo mencionado en equilibrio y en que la suerte, el destino o como lo quiera llamar cada uno, haga que el olvido se demore todo lo posible.
ResponderEliminarEse otro que a veces pesa como losa pétrea. Pero...que más da que pese o que no, si como ya dije, al final todo se olvida y en función del cielo, unas veces con más tino que otras. Un abrazo Fernando.
ResponderEliminarPor olvidar, a veces olvidamos cielos y tierras, nos quedamos con el único recuerdo de nuestro cuarto de estar, de nuestra infancia acaso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cierto Amando. Es la infancia, curiosamente el cajón mágico de nosotros mismos. Un abrazo.
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