jueves, 11 de abril de 2013


LAS VISITAS

Son tiempos
de visitas inesperadas

entran como atacando
pero tan solo miran, observan
tantean, juegan al despiste
y se van
sin decir nada

sin hacer ruidos
sin cerrar las puertas
sin volver la vista
sin torcer la espalda.

Después
todo retorna a esa cotidiana normalidad
impuesta e impostora
y nos mecemos de nuevo con su tedio

nos aferramos a su saber estar
a su misérrima hipocresía
a su funambulismo contradictorio
a su sofismo tranquilizador.

Después
la esperanza esperará 
que en alguno de sus regresos a deshoras
no convenza a la monotonía
de partir con ella
y se inicie de ese modo
una carencia de miedos

la hambruna del predecible conocimiento.

©Concha González.

5 comentarios:

  1. Hay tripas que rugen. Hay cerebros que rugen; aunque no se escuche un sonido desde el exterior, son los que mueven el mundo. Para mí, la monotonía es la enemiga más implacable, más temida, la que, espero que temporalmente, va ganándome la batalla.

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  2. Es dura la monotonía, aunque en ocasiones hace un buen trabajo aliviando nuestra mente de esfuerzos innecesarios. Aún así, no la quiero. Un abrazo Fer.

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  3. La monotonía me ha dicho hace un momento que iba a comprar tabaco, hoy puede ser un gran día.
    Un abrazo.

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  4. Es la suerte que tenemos, que de vez en cuando se marcha durante un rato. gracias por tu siempre amable lectura Amando. Un abrazo.

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